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Cerebro de Manager: La habilidad de Toma de Decisiones

 

La toma de decisiones es una de las habilidades más relevantes en nuestras vidas, de hecho, es considerada como una de las Habilidades del Siglo XXI. Pero, ¿Cómo funciona el cerebro al tomar una decisión? ¿Cómo desarrollar y entrenar estas habilidades en niñas, niños y jóvenes?

En este artículo exploraremos más sobre este desafío formativo-educativo, y conectaremos con el impacto de Kimen PM como herramienta de aprendizaje de toma de decisiones. Siguiendo la estela de los marcadores somáticos de Antonio Damasio.

Distintas decisiones, el mismo proceso

Una de las actividades más comunes que llevamos adelante las personas es la toma de decisiones. Elegir entre varias opciones puede ser en algunas ocasiones un proceso trivial, y en otras, un proceso complejo que acaba convirtiéndose en una verdadera preocupación. Decidir qué tomaré de desayuno, por ejemplo, involucra evaluar opciones y elegir una de ellas. Si decido “mal” puedo alimentarme de manera inapropiada, enfermarme del estómago o simplemente no disfrutar la comida. En esta decisión busco lograr un objetivo (saciar el hambre y nutrirme), tengo alternativas que debo evaluar (distintos alimentos y preparaciones), existen restricciones (de qué alimentos dispongo o tiempo), y mi elección genera consecuencias (nutrirme bien o mal). Digamos que esta decisión es simple y se toma en un par de minutos.

Pero elegir qué carrera estudiar es una decisión más compleja, es un objetivo de vida. También tengo alternativas (ej: muchas instituciones, muchas carreras), restricciones (ej: económicas o geográficas) y consecuencias (trascendentales para nuestra vida). Pero además hay otro ingrediente que está presente: la incertidumbre. ¿La carrera que elegiré me hará feliz, me generará el bienestar económico que espero, será mi fuente de trabajo para toda la vida? Esta decisión requiere un proceso reflexivo extenso, que puede desarrollarse en meses o inclusive años.

Una decisión involucra un objetivo, alternativas, restricciones, consecuencias e incertidumbre

Hay decisiones que son todavía más complejas, aquellas que involucran no tan solo mi bienestar personal (como el caso del desayuno o la carrera), sino también el bienestar de otras personas. ¡A veces grupos o la sociedad abiertamente! Por ejemplo, formar una empresa, llevar adelante un proyecto, mudarme de país con mi familia o definir una política pública. Estas decisiones son más complejas, y las consecuencias pueden ser irreversibles, provocando bienestar o daño a múltiples personas.

El Cerebro de la Toma de Decisión: Cognición y Emocionalidad

Desde el punto de vista neurobiológico, la Corteza Prefrontal Ventromedial se ha considerado crítica en la toma de decisiones (Redolar, 2014). Esta región es de gran importancia funcional debido a la amplia variedad y complejidad de conexiones sinápticas con otras regiones cerebrales, especialmente con la amígdala y otras zonas límbicas (el sistema límbico es el responsable de las respuestas emocionales a estímulos, entre otras funciones).

Representación detallada de las conexiones que establece la corteza prefrontal ventromedial con otras estructuras cerebrales (Redolar, 2014).

Corteza Ventro Medial.

Estudios científicos han demostrado que “a la hora de tomar decisiones intervienen tanto factores cognitivos como emocionales, que guían el proceso de decidir reduciendo la complejidad de la decisión y mitigando los posibles conflictos que pueden surgir entre opciones que son muy similares” (Redolar, 2014).

Para explicar este fenómeno, el reconocido neurocientífico Antonio Damasio desarrolló la hipótesis los marcadores somáticos, que puede definirse como la relación entre estímulo y respuesta emocional sustentado en nuestras experiencias previas almacenadas en nuestra memoria, en forma de sensaciones y emociones, que pueden ser agradables o desagradables a ciertos estímulos. Según Redolar (2014), “cuando una persona anticipa la consecuencia de una elección se genera una respuesta somática de origen emocional que puede guiar el proceso de tomar una decisión”. En el caso de ausencia o disfunción de estos marcadores, la decisión podría ser inapropiada, desfavorable o dañina (una “mala” decisión).

 

Citando a Martínez-Selva et al (2006), “la corteza prefrontal ventromedial se encarga de integrar los estados somáticos con la información generada durante la toma de decisiones”, involucrando las emociones asociadas con situaciones de experiencias anteriores.

Cuando hablamos de regular las emociones y tomar decisiones conscientes, esto implica un desarrollo cognitivo tal que seamos capaces no tan solo de razonar (lo cognitivo), sino también de comprender las emociones que están en juego y regular la respuesta emocional acorde a la decisión que vamos a tomar. Los marcadores somáticos de Damasio juegan un rol preponderante en este proceso.

La Toma de Decisión como Habilidad Transversal

Como adultos que somos, ya supuestamente maduros, somos quienes somos en base a pequeñas y grandes decisiones que hemos ido tomando a través del tiempo, durante décadas.

En el ámbito laboral, hemos aprendido a tomar “buenas” decisiones como resultado de experiencias de decisiones anteriores, tanto decisiones “buenas” como “malas”. Hemos ido construyendo diversos marcadores somáticos, que aunque no estemos conscientes de ellos, existen y juegan un rol activo en lo emocional, guiando nuestras decisiones.

Nunca olvidaré un desafortunado email que envié a los 23 años, en uno de mis primeros trabajos para un cliente importante, excusándome de una falta bochornosa (omitiré detalles por el cariño que tengo de mí mismo). Jamás imaginé las consecuencias que eso podría generar, era inmaduro y no tenía experiencia. Pero el marcador somático quedó grabado a fuego: la emoción de vergüenza y culpa, con sus respectivas respuestas fisiológicas asociadas. Hasta el día de hoy, en el proceso de decidir sobre una situación similar con un cliente, mi cerebro y organismo me señalan que no estaré dispuesto a repetir una situación bochornosa como aquella, y sin duda, estos marcadores somáticos guían mi toma de decisiones en situaciones similares. Este tipo de aprendizaje es empírico y significativo, pero tuvo consecuencias negativas (las omitiré también), generando heridas de guerra.

En roles de gestión, ya sea dirigiendo una empresa, liderando a un equipo o gestionando un proyecto, nos toca tomar decisiones todo el tiempo. Ingredientes sabrosos lo hacen más complejo: múltiples restricciones (tiempo escaso para decidir, falta de información, recursos limitados, presupuesto acostado), incertidumbre y responsabilidad por las consecuencias potenciales en múltiples personas y equipos (y a veces organizaciones). Pues debemos convivir con las decisiones que tomamos con nuestros colaboradores, colegas, jefes o clientes. Sobre todo considerando que nuestras decisiones como gestores afectarán directamente en nuestras relaciones humanas y sociales. De hecho, según Redolar (2014), la región de la ínsula anterior (en la corteza prefrontal) “se ha visto que desempeña un papel importante ante situaciones de desconfianza, traición y riesgo”. Sabemos muy bien que construir relaciones basadas en la confianza es fundamental para lograr los objetivos del entorno laboral, y obviamente, en la vida.

Kimen PM para la Simulación de Toma de Decisiones

Niñas, niños y jóvenes tendrán que aprender a tomar decisiones, la vida nos lleva naturalmente a eso. Ahora bien, en pleno proceso formativo necesitamos que los(as) futuros(as) profesionales puedan desarrollar la capacidad de tomar decisiones complejas de manera consciente, generando consecuencias positivas. Con la hipótesis de los marcadores somáticos de Damasio, sabemos que aprender a tomar decisiones involucra una componente emocional relevante. Entonces, los métodos de enseñanza tradicional del colegio o universidades no podrán ser efectivos si no permiten experimentar las emociones al tomar decisiones y convivir con sus consecuencias.

Aquí es donde entra Kimen PM, que en excelencia, es una herramienta de simulación de toma de decisiones. Las y los estudiantes viven la experiencia de gestionar proyectos de distinta naturaleza, enfrentando diversos desafíos que los(as) llevan a tomar decisiones complejas, en un entorno de simulación de la realidad. Donde los errores no tienen consecuencias en la vida real, pero la inmersión lograda en el videojuego favorece un aprendizaje significativo que involucra lo emocional.

“Kimen PM es, en excelencia, una herramienta de simulación de toma de decisiones”

“Mediante la experiencia inmersiva en el mundo de videojuego de ciudad Kimen, los y las estudiantes logran una vivencia emocional real, que tiene el potencial de establecer marcadores somáticos y generar aprendizajes significativos en el proceso de toma de decisiones”

En Kimen PM, los y las estudiantes deberán tomar decisiones variadas y complejas que generan consecuencias directas en parámetros claves de plazo, costo y satisfacción de interesados(as). Los desafíos son múltiples: construir relaciones humanas y sociales efectivas con diversidad de personas claves, administrando recursos escasos, y buscando optimizar los plazos y costos del proyecto.


Mecánica de aprendizaje en que cada estudiante debe decidir qué rol jugará cada persona clave y cómo se relacionará con ellas.


Mecánica de aprendizaje en que cada estudiante debe decidir cómo utilizar el presupuesto escaso para satisfacer diversas necesidades.


Mecánica de aprendizaje donde cada estudiante debe decidir cómo administrar sus recursos escasos.


 Mecánica de aprendizaje de simulación de eventos, donde cada estudiante debe tomar decisiones complejas de impacto múltiple.


 Mecánica de aprendizaje donde las personas claves entregan retroalimentación a cada estudiante sobre la calidad de sus decisiones.


Tablero de indicadores donde se mide cuantitativamente la consecuencia de las decisiones tomadas en cuanto a plazo, costo y satisfacción de personas claves.

Referencias

  • Redolar Ripoll, D. (2014). Neurociencia cognitiva. Madrid: Médica Panamericana.
  • Martínez-Selva JM , Sánchez-Navarro JP , Bechara A, Román F. Mecanismos cerebrales de la toma de decisiones. Rev Neurol 2006;42 (07):411-418.

 

 

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